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Cuenta la leyenda, que el coito de Shiva y Shakti duró veinticinco años, que Shiva lo vertiera semen. Como un elefante en prisión, que no podía moverse. Leyendas tántricos como este tratan de ilustrar la visión del mundo de tantristas, plenitud la magia y la fabricación, logradas mediante la integración de las energías masculinas y femeninas dentro de nosotros.
Pero Tantra no es todo. El sexo tántrico no es sólo una manera de tener sexo, es una forma de conexión, una herramienta que teje todo, creando una sucesión de energía que pasa de un organismo a otro. Sexualidad en el Tantra es así que el sexo sagrado es una forma de comunión y se unen con la manifestación divina en nosotros.
Esta es una forma de llegar a la energía divina en el universo. Por lo tanto, cualquier forma de despertar la dormida serpiente oculta en nosotros con rituales, masajes, meditación, e incluso el sexo es siempre una práctica tántrica.
Pero Tantra no es todo. El sexo tántrico no es sólo una manera de tener sexo, es una forma de conexión, una herramienta que teje todo, creando una sucesión de energía que pasa de un organismo a otro. Sexualidad en el Tantra es así que el sexo sagrado es una forma de comunión y se unen con la manifestación divina en nosotros.
Esta es una forma de llegar a la energía divina en el universo. Por lo tanto, cualquier forma de despertar la dormida serpiente oculta en nosotros con rituales, masajes, meditación, e incluso el sexo es siempre una práctica tántrica.
