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Hay muchos ciclos en el flujo de nuestra experiencia. Los ciclos macrocósmicos innumerables renacimientos, el ciclo del nacimiento a la muerte, ciclos (o una espiral) siete años de mente-cuerpo vencimiento, el ciclo anual de las estaciones, el ciclo lunar y el ciclo de la mujer asociada, el ciclo diario etcétera Ciclos microcósmicas internos son los cambios a través de la atracción, aversión, el desinterés y la espalda a la atracción, de la felicidad a la tristeza y la espalda, la extroversión social abierto a la introversión antisocial. Todos estos ciclos de experiencia componen la rueda de la vida, también llamada la rueda del tiempo, ya que los cambios de la vida son el clima en constante cambio. La rueda exterior gira lentamente, las ruedas internas mucho más rápido. La velocidad de rotación de la rueda interior está determinada por muchos factores diferentes. Volatilidad emocional acelera la rueda, plenamente consciente de cada momento de la experiencia emocional se desacelera. Las acciones impulsivas para acelerar, paciencia retarda. Indulgencia acelera, frena la disciplina. Hace girar más rápido en la juventud donde los cambios ocurren en rápida sucesión, y gradualmente se vuelve más lento a medida que envejecemos y los cambios disminuimos. Sea cual sea la velocidad, la rueda de la vida hace que nuestra vida interior y de nuestra experiencia, y dentro de él están controlados por nuestras emociones.
Es simple ilusión de creer que estamos en control de la rueda, el ego domina pensando, mirando de cerca se hace evidente que nuestros pensamientos son un reflejo de nuestros sentimientos. Es como si la rueda se guió por las curvas de la carretera, no las manos que sostienen. La cola del perro es nuestro pensamiento, el perro es nuestra emoción, y es el perro que menea la cola, no la cola que mueve al perro. Incluso cuando nuestros sentimientos son profundamente reprimida y la mente racional domina, aún nuestros pensamientos están determinados por la filtración de nuestros sentimientos inconscientes.
La rueda de la vida gira rápido y furioso sobre todo en la juventud, cuando podemos estar sentados en la cima del mundo de un minuto y encontramos echados en un espacio alienado solitaria de la ira y el odio. Sobre todo en la adolescencia las oscilaciones del proceso emocionales son impulsados ??por el instinto sexual y la carga emocional tiene un origen sexual. El sentimiento de confianza en sí mismo en un mundo colorido surge más a menudo un sentimiento de satisfacción sexual en la que una mente-cuerpo juvenil se siente halagado por amor, caricias y sensualidad. Cuanto mayor es el sentido de auto-admiración y autobombo más intenso dolor y la pérdida que nuestro objeto de amor es compartir el placer con otra persona. Los celos obsesiona la mente por completo. Tomado del objeto de amor y sin ninguna posibilidad de satisfacción, la cabeza media estamos en obtiene reacciones negativas de los otros socios, y aumenta la frustración. La angustia de este aprieto gira todo el mundo negro y hasta los amigos parecen enemigos, sus observaciones ordinarias como dardos hirientes. Ajeno rabia y violencia contra las personas o las cosas comprenden una posible manera de salir de esta trampa y giran en un mundo frío cerrada en sí misma en la que se aprovechan de nuestros amigos y enemigos. Cuando se trata de catarsis total, la energía se agota, podemos volver a la humanidad de nuevo para encontrar la posibilidad del amor y la comunicación. Son etapas en el ciclo de amor-adicción adolescente y la rueda puede girar completa en un minuto, una hora o un día.
Así que la rueda de la vida puede ser articulado como la rueda del deseo sexual y el apego. La fuerza de vida, pasión por la vida y el sexo con un apetito voraz por el placer es su motor, y toda la gama de emociones se pone en movimiento. A medida que envejecemos se establecen nuestras normas de hábitos sexuales, nuestras preferencias sexuales más explícitas, y se hace evidente que la emoción, que la mente puesta en la rueda de la adicción sexual nos domina. Podemos quedar atrapados en el mismo estado durante días, meses o incluso años, y de acuerdo a nuestras personalidades sexuales aproximar uno de los arquetipos que nos definen social y sexualmente. Somos la víctima o virgen eterna, el sensualista, el competidor, el adicto al sexo, el diablo o terrorista sexual, el depredador - o el yogui del amor de Buda. Estas etiquetas indican tipos psicosexuales, tipos de personalidad sexual. Cada personalidad está dominada por una emoción desagradable particular, que en la vida sexual forma un complejo psicosexual tiránico. Estas emociones son específicamente la ansiedad, el orgullo, la lujuria, la envidia, la ira y el miedo.
La Virgen Eterna
La ansiedad está en la raíz de todas nuestras psiques y el miedo es el veneno de la mente. Todas nuestras respuestas sexuales surgen de la ansiedad. Se establece en nuestro sentido de separación, nuestra soledad, que surge en el nacimiento con el propósito de nuestra unidad con la madre en el útero y en un mundo extraño. A medida que crecemos y nuestra conciencia madura, cada vez somos más conscientes de nuestra separación y aislamiento del exterior. Hay una división entre el "yo" y el otro, "Nosotros" y "el enemigo", y ver el mundo desde el interior de una burbuja, la ansiedad surge con todas nuestras percepciones. Cuando algo amenazante se percibe fuera, cuando "el otro", "desconocido", amenaza con invadir nuestro espacio, luego espirales de ansiedad y adrenalina bombas en nuestro cuerpo-mente. Cuando el desconocido es un hombre o una mujer cachonda invasión de nuestros cuerpos mortales, el miedo crea un muro de protección que la "protección" de su progreso.
La virgen, inseguro de su identidad sexual, es muy consciente de este mecanismo, pero aflige - y protege - todos nosotros. Cuando estamos en un estado de incertidumbre, sin saber de nuestra identidad personal, social y sexual, la ansiedad surge en la mente. Si nuestros egos son sin forma, como en la juventud, entonces tenemos que subir una montaña de la mente con el fin de obtener un sentido de lo que somos. No podemos involucramos sexualmente a menos que haya la suficiente confianza para desterrar esta ansiedad básica. Y la pérdida del ego es posible sólo después de que el ego se ha formado y tiene un fuerte sentido de sí mismo y, de manera similar, el orgasmo no es posible hasta que se alcanza una tensión umbral donde la relajación permite la liberación y la eyaculación. Si se forman nuestros egos, como en la edad adulta, pero un sentimiento de inferioridad o baja autoestima en, de nuevo somos presa de la ansiedad que inhibe las relaciones sexuales.
El abuso sexual en la infancia, la experiencia adolescente dolorosa o traumática, reiterado rechazo, relaciones infelices, cualquiera de aquellos que pueden inducir la ansiedad que refuerza una respuesta habitual negativa a avances sexuales. El deseo no es lo suficientemente fuerte para romper a través de la resistencia y el rechazo se convierte en una respuesta automática. El deseo es reprimido y un celibato no deseado, o por lo menos engañosa, es forzada. Pero las circunstancias externas pueden surgir cuando las barreras se rompen - por el alcohol, la percepción de la seguridad total, con un socio que causa un aumento inusual en confianza en sí mismo - y la parálisis se relajó. A continuación, puede ocurrir la pérdida de la virginidad, pero en este caso la impotencia, la eyaculación precoz y la incapacidad para alcanzar el orgasmo puede suceder. Quita las condiciones externas y estamos de vuelta al viejo síndrome de la virginidad perpetua y la mentalidad "alhelí". Si nuestro deseo sexual recta está constantemente frustrado por la ansiedad, el miedo del sexo opuesto es un obstáculo insuperable para la realización, entonces el flujo de deseo puede desviarse a la opción menos amenazante del mismo apego sexo, y formó un hábito homosexual . La falta de experiencia puede conducir a la detención de nuestro desarrollo sexual y pueden quedar atrapados en la práctica pre-adolescente no amenazante recurrir a relaciones sexuales con niños. También nos refugiamos en el amor propio y el narcisismo que hace que la masturbación el escape común.
La ansiedad se presenta junto con cada respuesta sexual, pero el incontenible, innegable, la emoción de la lujuria, apoyado por el orgullo y los celos, por lo general se disuelve o abruma. Si los factores que inhiben prevenir este proceso, la unidad heterosexual está marginado. Pero hay otra manera de salir - el síndrome de víctima. Vírgenes eternos de ambos sexos pueden caer en esta trampa, pero como la naturaleza lo hizo la mujer con una psique frágil y hacer que sea más propenso a la pasividad y sumisión, su mayor vulnerabilidad hace que sea más susceptible. La víctima no necesita más que obedecer, permitiendo que sus tendencias de rechazo a ser anuladas sin tomar responsabilidad por sus acciones. Si ella tiene una historia de abuso en la infancia, violación o maltrate física o mental en algún momento de su experiencia sexual que destruye la autoestima - a continuación, el síndrome está ya parcialmente formado. Se puede ser víctima de cualquiera de los tipos psicosexuales: el sensualista que lo utilizará como un juguete o como estimulante erótico, el competidor que exige una obediencia total y mantiene el control total de ella, el adicto al sexo que da rienda suelta a su frustración, el diablo sádico que puede tomar él al más bajo de sus gradientes espurios, y el depredador que la lleva y abandona conforme a su voluntad. La víctima puede hacer que un matrimonio desigual, donde se usa y se abusa o se puede obligar a la opción más malo - la prostitución.
Es simple ilusión de creer que estamos en control de la rueda, el ego domina pensando, mirando de cerca se hace evidente que nuestros pensamientos son un reflejo de nuestros sentimientos. Es como si la rueda se guió por las curvas de la carretera, no las manos que sostienen. La cola del perro es nuestro pensamiento, el perro es nuestra emoción, y es el perro que menea la cola, no la cola que mueve al perro. Incluso cuando nuestros sentimientos son profundamente reprimida y la mente racional domina, aún nuestros pensamientos están determinados por la filtración de nuestros sentimientos inconscientes.
La rueda de la vida gira rápido y furioso sobre todo en la juventud, cuando podemos estar sentados en la cima del mundo de un minuto y encontramos echados en un espacio alienado solitaria de la ira y el odio. Sobre todo en la adolescencia las oscilaciones del proceso emocionales son impulsados ??por el instinto sexual y la carga emocional tiene un origen sexual. El sentimiento de confianza en sí mismo en un mundo colorido surge más a menudo un sentimiento de satisfacción sexual en la que una mente-cuerpo juvenil se siente halagado por amor, caricias y sensualidad. Cuanto mayor es el sentido de auto-admiración y autobombo más intenso dolor y la pérdida que nuestro objeto de amor es compartir el placer con otra persona. Los celos obsesiona la mente por completo. Tomado del objeto de amor y sin ninguna posibilidad de satisfacción, la cabeza media estamos en obtiene reacciones negativas de los otros socios, y aumenta la frustración. La angustia de este aprieto gira todo el mundo negro y hasta los amigos parecen enemigos, sus observaciones ordinarias como dardos hirientes. Ajeno rabia y violencia contra las personas o las cosas comprenden una posible manera de salir de esta trampa y giran en un mundo frío cerrada en sí misma en la que se aprovechan de nuestros amigos y enemigos. Cuando se trata de catarsis total, la energía se agota, podemos volver a la humanidad de nuevo para encontrar la posibilidad del amor y la comunicación. Son etapas en el ciclo de amor-adicción adolescente y la rueda puede girar completa en un minuto, una hora o un día.
Así que la rueda de la vida puede ser articulado como la rueda del deseo sexual y el apego. La fuerza de vida, pasión por la vida y el sexo con un apetito voraz por el placer es su motor, y toda la gama de emociones se pone en movimiento. A medida que envejecemos se establecen nuestras normas de hábitos sexuales, nuestras preferencias sexuales más explícitas, y se hace evidente que la emoción, que la mente puesta en la rueda de la adicción sexual nos domina. Podemos quedar atrapados en el mismo estado durante días, meses o incluso años, y de acuerdo a nuestras personalidades sexuales aproximar uno de los arquetipos que nos definen social y sexualmente. Somos la víctima o virgen eterna, el sensualista, el competidor, el adicto al sexo, el diablo o terrorista sexual, el depredador - o el yogui del amor de Buda. Estas etiquetas indican tipos psicosexuales, tipos de personalidad sexual. Cada personalidad está dominada por una emoción desagradable particular, que en la vida sexual forma un complejo psicosexual tiránico. Estas emociones son específicamente la ansiedad, el orgullo, la lujuria, la envidia, la ira y el miedo.
La Virgen Eterna
La ansiedad está en la raíz de todas nuestras psiques y el miedo es el veneno de la mente. Todas nuestras respuestas sexuales surgen de la ansiedad. Se establece en nuestro sentido de separación, nuestra soledad, que surge en el nacimiento con el propósito de nuestra unidad con la madre en el útero y en un mundo extraño. A medida que crecemos y nuestra conciencia madura, cada vez somos más conscientes de nuestra separación y aislamiento del exterior. Hay una división entre el "yo" y el otro, "Nosotros" y "el enemigo", y ver el mundo desde el interior de una burbuja, la ansiedad surge con todas nuestras percepciones. Cuando algo amenazante se percibe fuera, cuando "el otro", "desconocido", amenaza con invadir nuestro espacio, luego espirales de ansiedad y adrenalina bombas en nuestro cuerpo-mente. Cuando el desconocido es un hombre o una mujer cachonda invasión de nuestros cuerpos mortales, el miedo crea un muro de protección que la "protección" de su progreso.
La virgen, inseguro de su identidad sexual, es muy consciente de este mecanismo, pero aflige - y protege - todos nosotros. Cuando estamos en un estado de incertidumbre, sin saber de nuestra identidad personal, social y sexual, la ansiedad surge en la mente. Si nuestros egos son sin forma, como en la juventud, entonces tenemos que subir una montaña de la mente con el fin de obtener un sentido de lo que somos. No podemos involucramos sexualmente a menos que haya la suficiente confianza para desterrar esta ansiedad básica. Y la pérdida del ego es posible sólo después de que el ego se ha formado y tiene un fuerte sentido de sí mismo y, de manera similar, el orgasmo no es posible hasta que se alcanza una tensión umbral donde la relajación permite la liberación y la eyaculación. Si se forman nuestros egos, como en la edad adulta, pero un sentimiento de inferioridad o baja autoestima en, de nuevo somos presa de la ansiedad que inhibe las relaciones sexuales.
El abuso sexual en la infancia, la experiencia adolescente dolorosa o traumática, reiterado rechazo, relaciones infelices, cualquiera de aquellos que pueden inducir la ansiedad que refuerza una respuesta habitual negativa a avances sexuales. El deseo no es lo suficientemente fuerte para romper a través de la resistencia y el rechazo se convierte en una respuesta automática. El deseo es reprimido y un celibato no deseado, o por lo menos engañosa, es forzada. Pero las circunstancias externas pueden surgir cuando las barreras se rompen - por el alcohol, la percepción de la seguridad total, con un socio que causa un aumento inusual en confianza en sí mismo - y la parálisis se relajó. A continuación, puede ocurrir la pérdida de la virginidad, pero en este caso la impotencia, la eyaculación precoz y la incapacidad para alcanzar el orgasmo puede suceder. Quita las condiciones externas y estamos de vuelta al viejo síndrome de la virginidad perpetua y la mentalidad "alhelí". Si nuestro deseo sexual recta está constantemente frustrado por la ansiedad, el miedo del sexo opuesto es un obstáculo insuperable para la realización, entonces el flujo de deseo puede desviarse a la opción menos amenazante del mismo apego sexo, y formó un hábito homosexual . La falta de experiencia puede conducir a la detención de nuestro desarrollo sexual y pueden quedar atrapados en la práctica pre-adolescente no amenazante recurrir a relaciones sexuales con niños. También nos refugiamos en el amor propio y el narcisismo que hace que la masturbación el escape común.
La ansiedad se presenta junto con cada respuesta sexual, pero el incontenible, innegable, la emoción de la lujuria, apoyado por el orgullo y los celos, por lo general se disuelve o abruma. Si los factores que inhiben prevenir este proceso, la unidad heterosexual está marginado. Pero hay otra manera de salir - el síndrome de víctima. Vírgenes eternos de ambos sexos pueden caer en esta trampa, pero como la naturaleza lo hizo la mujer con una psique frágil y hacer que sea más propenso a la pasividad y sumisión, su mayor vulnerabilidad hace que sea más susceptible. La víctima no necesita más que obedecer, permitiendo que sus tendencias de rechazo a ser anuladas sin tomar responsabilidad por sus acciones. Si ella tiene una historia de abuso en la infancia, violación o maltrate física o mental en algún momento de su experiencia sexual que destruye la autoestima - a continuación, el síndrome está ya parcialmente formado. Se puede ser víctima de cualquiera de los tipos psicosexuales: el sensualista que lo utilizará como un juguete o como estimulante erótico, el competidor que exige una obediencia total y mantiene el control total de ella, el adicto al sexo que da rienda suelta a su frustración, el diablo sádico que puede tomar él al más bajo de sus gradientes espurios, y el depredador que la lleva y abandona conforme a su voluntad. La víctima puede hacer que un matrimonio desigual, donde se usa y se abusa o se puede obligar a la opción más malo - la prostitución.
